lunes, 2 de marzo de 2015

Gana dinero llevando tu viejo vehículo al desguace más cercano

Es una práctica que regula la ley y que resulta obligatoria para todos aquellos propietarios de vehículos fuera de uso que se quieran deshacer de los mismos. Es decir, que todos los coches que ya no sirvan y vayan a abandonarse, deben ser llevados hasta un centro autorizado de uso y tratamiento, es decir, a un desguace, para que sean convenientemente tratados y descontaminados, en lugar de que sus restos acaben vertidos en el medio ambiente.
Pero lo que muchos no saben es que vender coches para desguace puede ser una práctica lucrativa que reporte unos buenos beneficios al vendedor, sobre todo si además se trata de vehículos en un buen estado relativo, con muchas piezas que se puedan considerar recuperables para ser puestas a la venta, o si se trata de un vehículo con una buena demanda por parte de los clientes que buscan componentes de segunda mano. En cualquier caso, el vendedor no se suele ir con las manos vacías, y si no está satisfecho con la tasación que le ofrecen por su vehículo, siempre puede pedir una segunda tasación a otro desguace y escoger el que mejores condiciones ofrezca en el plano económico.
La inmensa mayoría de desguaces suelen ocuparse de todos los aspectos del proceso, una vez que el cliente confirma la venta del vehículo. 

Ello incluye en primer lugar, por supuesto, la recogida del vehículo mediante la grúa, lo cual casi siempre suele ser un servicio gratuito, salvo que haya que recorrer grandes distancias que justifiquen un sobrecoste o complemento.
A continuación el vehículo se recepciona en las instalaciones del desguace y se procede a darlo de baja de la base de datos de la Dirección General de Tráfico. Desde ese mismo instante el vehículo de forma oficial ya no existe. Y es entonces cuando los trabajadores del desguace pueden empezar a destriparlo y extraer todas las piezas que puedan, que se encuentren en buen estado y que sean aptas para ponerse a la venta. Para ello los mecánicos las revisan una por una.
Si tú también quieres ahorrar en la reparación de tu coche te recomendamos que optes por adquirir piezas de segunda mano. Pero ten cuidado de a quién te diriges. No es lo mismo comprarlas a cualquier particular que sea un desconocido y de cuya fiabilidad no tengamos garantía alguna, que recurrir a empresas de reconocido prestigio, que son en el fondo las primeras interesadas en vender material de calidad para seguir manteniendo una buena reputación, y ante las que se puede reclamar en caso de avería antes de que se cumpla el período estipulado por las condiciones de la garantía.

No lo dudes, si necesitas ahorrar puedes confiar en las empresas de desguace.

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